Fresno de la Valduerna
Para algunos, el pueblo de Fresno es de tiempos de los celtas, de la Diosa Friga, de ahí su nombre, Fresno. Para otros, el árbol oleáceo fresno, era para los romanos y otras tribus un árbol sagrado, con propiedades curativas, como lo es contra el reuma (té de hojas de fresno). Este abunda en los márgenes del río Los Peces tan altos y corpulentos como casi [os Olmos. Los últimos hallazgos recientemente producidos por estudiosos profesionales testifican de un asentamiento romano en una de las laderas del monte.
En este pueblo se da un caso curioso de que existe un campo comunal de tierra fértil y regable, en que cada habitante tenia su quiñón, por lo que le llamaban “los quiñones de las almas”. Del habitante que fallecía pasaba a otro recién nacido y a veces cuando la natalidad era mayor que hoy, algunos se pasaban años para adquirirlo, pero todos llegaban a tener su quiñón.
Historia
También transcurre por el pueblo un arroyo denominado “Zaya”, el cual sale del río Duerna a desembocar al río Los Peces y se utilizaba para el funcionamiento de los numerosos molinos y para el riego, siendo éste último para el que se sigue utilizando hoy en dia.
Fue un pueblo muy abundante en manantiales ya que en inviernos húmedos estaba el agua a flor de tierra. Los más abundantes eran los del “Cañal”, cuyas aguas regaban la vega baja de Fresno y la vega alta de Castrotierra sin dificultad. La fuente del “Humero”, de tan buena agua, que los vecinos más cercanos a ella la consumían aunque la tuviesen en casa, por la pureza del manantial.
Se encuentra en Fresno el pico más alto del Municipio “Peña Grande” con 928 m. de altura aproximadamente.
Destacar el Molino, como casa rural, restaurado y de propiedad privada embelleciendo el paisaje a orillas del río Los Peces. En tiempos pasados tuvo tienda de comestibles, bares, herrería, zapatería.., hoy cuenta con un bar y almacenes de patatas.
Torre “Vieja”
Bien de interés cultural desde el 22 de abril de 1949. Se alza en un llano despoblado, llamado “Los Villares” cerca del pueblo actual, desafiando los embates del tiempo a través de los siglos de su existencia. Muchos son los escritores que nos dicen que es una torre romana del siglo II de nuestra Era. Si es así, es de la época en que también los romanos grabaron las lápidas de Villalís, hoy en León. Esta compuesta de nueve vanos, dos por cada cara y una más en la cara xuaciente que quedaba un poco más alta que el tejado de la Iglesia. Tiene otras cuatro entradas de ojiva. El grosor es imponente, de dos metros en la parte baja. En las inmediaciones de su asentamiento se aprecian los muros semienterrados de la fortaleza. Un primitivo pueblo se agrupaba en torno a esta Iglesia. Parece ser que se llamaba Vega. Testimonio de ello son la cantidad de restos humanos que se han descubierto y grandes losas que se usaban en los enterramientos.
En este lugar existía el denominado “cruce de caminos” donde las procesiones que venían del Santuario de la Virgen del Castro, hacían aquí una parada, rezaban todos juntos, para después continuar cada cual su camino.
Iglesia Del Santísimo Salvador
La actual iglesia parroquial está edificada en el solar que ocupaba hasta entonces la ermita, ayuda de parroquia, dedicada a Santa Marta. Las obras se iniciaron el 8 de mayo de 1846. Hasta entonces la iglesia parroquial de Fresno se situaba donde hoy sólo queda en pie la vieja torre. En los libros de fabrica de la parroquia y en la visita pastoral realizada en el año 1822 se nos dice que el Obispo visitó la iglesia parroquial situada a las afueras del pueblo, pasando luego el prelado a visitar la “ayuda de parroquia titulada de Santa Marta”, situada en medio del pueblo, así como la ermita del Bendito Cristo del Amparo.
La iglesia consta de una sola nave que se abre en un pequeño brazo donde está situado el retablo del Cristo del Amparo. El retablo mayor es de estilo barroco destacando la custodia o sagrario. En el ático de este retablo se encuentra la imagen del Salvador. Es obra del escultor astorgano Lucas Gutiérrez que podíamos fechar en torno a los años 1650 al 1670. Existen en la iglesia otros dos retablos, uno dedicado a la Virgen del Rosario y otro más pequeño dedicado a San Roque. Cabe destacar así mismo dos pequeñas figuras: una imagen bellísima de la Virgen Inmaculada, de estilo barroco, sosteniendo el niño con el brazo derecho, por lo que llama la atención, ya que en esa posición se ven muy pocos.